No hay manera de aplazar más la obligación de ganar que tienen ambos equipos. Eso sí, mientras uno se juega los curtos por no descender, el otro debe recuperarse ya mismo en la Liga para mantenerse en la parte alta de la clasificación.
No hay buen ambiente en ninguna de las dos plantillas porque ambos equipos vienen de rachas negativas en Liga, aunque los catalanes ya no se acuerdan de lo que es ganar y en las palabras de Pareja se resume todos: "estamos angustiados de no ganar".
Por el lado de los de Manolo Jiménez, a la lesión de Lautaro Acosta se une la ratificación en el cargo del mister por parte de Del Nido, y ya sabemos lo que quiere decir ratificar en su puesto, que a nada que pierda ante el Espanyol, Jiménez puede caer cuesta abajo.
Lo cierto es que el Sevilla debe salir a por todas e imponer la calidad de sus jugadores ante un equipo que algo ganó con Pochettino pero que sigue sin poder sumar de a tres, con lo que ello repercute anímicamente. Partido complicado, pero con una sola obligación por parte de los dos: ganar.